Hoy comenzamos los Ocho Pilares de la Alegría.

Cuatro son cualidades de la mente: perspectiva, humildad, humor y aceptación. Cuatro son cualidades del corazón: perdón, gratitud, compasión y generosidad.

Somos los causantes de gran parte de nuestro sufrimiento, de modo que deberíamos ser capaces de crear más alegría. La clave, de acuerdo al Dalai Lama, es nuestra perspectiva y los pensamientos, sentimientos y acciones que se derivan de la misma.

Una perspectiva saludable constituye la base de la alegría y la felicidad, porque tal como vemos el mundo, así lo experimentamos. Cambiar la forma en que vemos el mundo transforma su vez la manera en que sentimos y actuamos, al tiempo que también cambia el mundo entero.

Básicamente, el Dalai Lama y el arzobispo intentan desplazar nuestra perspectiva anclada en el “yo”, el “mí” y “lo mío” hacia otra centrada en el “nosotros”, el “nos” y “lo nuestro”.

Cuanto disponemos de una perspectiva más amplia, también es menos probable que malgastemos nuestro tiempo en pensamientos auto-referentes, dándoles vueltas inútilmente.

Como el Dalai Lama y el arzobispo explican, una perspectiva más amplia conduce a la serenidad y a la ecuanimidad. Esto no significa que no tengamos fuerzas para afrontar un problema, sino que podemos hacerle frente con creatividad y compasión en lugar de con rigidez y falta de empatía