Hace exactamente un año incié una de las semanas más intensas de mi historia reciente. Estuve en Moissac (Francia) en la Formación Mandala et Énergie.
Esta experiencia no solo fue un gran despertar creativo, fue una gran lección a nivel personal. En esos días, tuve un recordatorio directo de que nuestro cuerpo físico es muy sabio en ayudarnos a procesar las emociones que sentimos, pero que necesitamos escucharlo y darle el espacio y el tiempo que necesita.
También, desde ese momento soy consciente de que la mayoría (por no decir todos) de los apegos que tenemos a las cosas materiales no nos permiten fluir.
Sin embargo, mi mayor aprendizaje fue que debo nutrir mi corazón y cuidar de lo que guardo en él; porque es lo único que viaja conmigo siempre y a cualquier lugar.
Merci Sandrine @eclore_les_ateliers_du_soi pour le photo et pour faciliter une semaine vraiment inoubliable et pleine des couleurs.