El budismo tibetano nos brinda una de las más estéticas lecciones de desapego.
El ritual de creación de un mandala de arena, puede tardar cerca de una semana de trabajo continuo. Una vez terminado, se desmonta simbolizando la creencia doctrinal budista en la naturaleza transitoria de la vida material.
El ritual de desapego y bienestar en el proceso de deshacer el mandala, nos brinda la valiosa lección de que ni siquiera aquello que creamos nos pertenece.
En estas fotos, muestro el resultado (parcial) de un mandala de arena creado el año pasado durante la Formation “Mandala Chamanique” en París. Después de un par de horas de estar ubicando cuidadosamente el polvo por cada color, usando mis dedos, deshice el trabajo realizado.
Merci @syamamandala pour cet jolie expérience et apprentissage de détachement.
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