“Tu mente, energía, emociones y cuerpo físico forman parte del vehículo de tu espíritu, o esencia invisible que se encuentra en tu centro. Tu receptáculo alberga tu espíritu, y tu espíritu no puede expresarse plenamente si tú receptáculo está atiborrado de elementos que no te sirven.
En concreto, esto significa que debemos ser conscientes y muy claros sobre cuáles son las creencias, historias, miedos y detritos varios que están obstruyendo nuestro organismo.»
«Imagina un receptáculo que te sostiene con ternura Y seguridad. Éste receptáculo te abraza con amor y define con claridad los límites de lo que es tuyo y lo que pertenece a los demás.
Para reflexionar:
«Para crear el cambio, primero tienes que aceptar dónde estás y crear un recipiente de compasión y amor por ti misma que abarque todos tus viejos patrones y creencias.
Eres un templo. Cuando aportes la energía del honor, el respeto y el amor en la limpieza del templo, limpiar lo viejo para hacer espacio en lo nuevo se convierte en una alegría en lugar de un castigo.
Eres completa hermosa y poderosa. Déjame decirte que estás destrozada o no tienes solución. Crea acciones para purificar tu receptáculo mental, energética, emocional y físicamente. ¿Qué pequeño paso puedes dar que cree un espacio más sagrado en tu ser?»
El espacio físico que te rodea también influye en el estado de tu receptáculo. Para limpiarlo y armonizarlo, te recomiendo el método KonMari para la organización de tu hogar y lugar de trabajo